El sexo forma parte del ser humano desde que el mundo es mundo. No existe civilización en la historia de la humanidad donde esta práctica no haya sido foco de atención y de investigación. De hecho expertos y científicos siguen hoy poniendo su interés en ciertas costumbres adquiridas en el pasado, como el uso de productos naturales a modo de estimulantes amatorios, por sus efectos contrastados en el dormitorio.
Ya desde tiempos inmemoriales existen conocimientos escritos de cómo culturas, entre ellas la griega o la romana, atribuían de ciertos poderes afrodisíacos a alimentos que se consideraban adecuados para los placeres del amor. Raíces, frutas exóticas, brebajes y especias han instruido a miles de individuos a lo largo de los siglos, dotando de fuerza, vigor y pasión a quienes los consumían.
¿Significa esto que los hombres eran más sabios antes? Eruditos o no, lo que se evidencia es un ansia por disfrutar de la vida y por ende de la sexualidad buscando solución a los problemas de la manera más lógica que conocían: la naturaleza. Aumentar la líbido, la resistencia, alargar las erecciones y, por tanto, la confianza en uno mismo tenían y tienen solución en la esencia de la tierra.
Alimenta tu apetito sexual
El estrés en el que vivimos a diario no nos deja energía suficiente para la pasión. Tras el trabajo, las tareas del hogar, el gimnasio o los hijos es imposible reunir fuerzas para cumplir con las expectativas deseadas en la alcoba. Entonces ¿qué hacer para satisfacer los deseos de la carne? La solución no pasa por acudir a tratamientos farmacológicos complicados ni a otras prácticas poco saludables.
En la ruta hacia una sexualidad completa y saludable los estimulantes naturales que se encuentran en muchos alimentos son el complemento ideal para una virilidad renovada. La mayoría de estos productos, considerados afrodisíacos durante siglos por tener efectos biológicos sobre el organismo, se encuentran en las cocinas de muchos hogares.
Productos como el azafrán, el ginseng o el zumo de granada pueden aumentar el flujo sanguíneo, enriquecer la cantidad de esperma o simplemente acrecentar la experiencia amatoria. Otros como la zanahoria o los espárragos, junto con algunos más exóticos como la raíz de okra, el guaraná o el jengibre, ayudan a fortalecer el ánimo masculino, brillar tras un periodo de sequía y hasta a encender los deseos más enloquecedores.
Disfrutar del erotismo puede ser tan excitante y tentador como solía serlo gracias a alternativas naturales. Lo importante es contar con una buena estabilidad física y mental así como con una sana vida sexual.