A todas las cosas buenas de la vida se les puede añadir un pizca de sabor. En el caso del sexo puede venir en forma de lubricante con tantos gustos, olores y sabores como quiera el consumidor.
El uso de un gel íntimo para enriquecer la experiencia sexual es de sobra conocido. Los lubricantes sirven para su aplicación en el momento de las relaciones sobre el condón, la vagina, el pene, el recto (si lo que buscamos son relaciones anales) o en juguetes sexuales, mejorando el deslizamiento, la humectación y el confort durante el acto. Cuando se mantienen relaciones sin su uso se produce un aumento de la fricción que favorece el desgaste o rotura del condón o bien la creación de heridas por la presión adicional ejercida sobre las partes íntimas.
Es importante hacer notar que, a pesar de lo que se pueda leer a través de la Red o de los falsos mitos que se expanden como la pólvora, no se deben usar geles de ‘andar por casa’. Instituciones como la Organización Mundial de la Salud han rechazado el empleo de aceites para bebés, la vaselina o derivados del petróleo, las cremas del cuerpo o de manos, incluso la crema de coco o para las hemorroides, en forma de lubricantes. No son seguros y no son sanos. Recuerda: ni sirven para ahorrar ni le estás haciendo un bien a tu salud.
Por el contrario existen gran variedad de productos en el mercado de los que podemos echar mano para disfrutar con o sin pareja. Entre los más demandados se encuentran los fabricados a base de agua ya que son un tipo de lubricante que no manchan y no irritan. En segundo lugar están los de silicona que, al igual que los anteriores, suavizan la fricción y además no afectan a los condones de látex, algo que sí ocurre con los lubricantes a base de aceite o de petróleo. Estos últimos son los menos aconsejables puesto que debilitan los preservativos y en un porcentaje muy alto escuecen al entrar en contacto con la piel.
También hay posibilidad de usar un gel íntimo en el que no estén implicadas glicerinas, siliconas ni ninguna otra composición química. Es el caso de lubricantes a base de hierbas o productos naturales donde no se usan ingredientes sintéticos sino sustancias tales como el aloe vera, la manteca de karité, las vitaminas C y E, el té verde, el kiwi o el extracto de arándanos.
Elegir entre unas fórmulas u otras es una decisión personal. Lo importante es poner esa chispa que necesitas para tener una experiencia sexual de diez.