Incluso en los tiempos más remotos cuando la única forma de expresión era utilizar la sangre de un bisonte para dibujar en la paredes, las escenas escenificadas presentaban guerreros y soldados que tras la lucha celebraban sus gestas con ‘fiestas’ orgiásticas donde sus penes aparecían perfectamente erectos. Así es la historia de la humanidad y ese ha sido el gran reto en la vida de muchos hombres: conseguir la erección perfecta. Y no sólo por su propia satisfacción personal, que les proporciona un estado de salud mental, sino por las implicaciones externas como la vida en pareja o los simples encuentros sexuales esporádicos. Cuando la erección no es tan poderosa ni vigorosa como se espera, principalmente porque los niveles de testosterona han descendido, se desarrolla a nivel inconsciente una especie de hastío y de desesperanza que acaba afectando a todas y cada una de las parcelas de nuestra vida. Y esto no es psicología barata, sino la propia realidad.
Podemos ponerle nombre y apellidos a las causas por las cuales las erecciones han dejado de ser como antes: estrés, inseguridad, falta de sueño… Y con ello seguiríamos en el mismo punto de no retorno, sin poder ponerle freno y sin agarrar las riendas de nuestra propia salud sexual. Usar comprimidos que potencian las erecciones nos hacen ver que hay ‘algo’ que queremos solucionar.
Una vez que se ha sobrepasado este límite de no retorno y ante las puertas de una nueva era, se nos presentan infinidad de productos que nos ayudan a vivir una vida sexual mucho más plena y satisfactoria de la que nunca hubiéramos imaginado. Y no sólo a nivel físico, sino también a nivel mental.
Ante un encuentro amoroso donde la inseguridad reina en el dormitorio desde el principio no se puede más que acabar del mismo modo, desanimado y con pocas ganas de volver a intentarlo. Ese hastío infinito tiene que ser frenado y erradicado para poder ver que existe luz al final del túnel.
Desembarazarnos de una mochila que lleva demasiado peso como para poder arrastrarla todos los días de nuestra vida es un paso esencial. No sólo nos facilita las relaciones de pareja, sino que nos rebaja el estrés y por supuesto, nos proporciona la virilidad que tanto ansiamos.
En el mercado existe gran cantidad de artículos entre los que se hace especialmente complicado elegir. Si dejamos a un lado todos aquellos que están elaborados con productos químicos que pueden afectar negativamente a nuestro organismo, podemos escoger entre una variedad de pastillas para la erección que están formulados con ingredientes naturales de probada eficacia.