A veces es un poco complicado llegar a entender qué es el sexo tántrico ya que es algo muy místico. Y aunque es conocido por el famoso “retrasar” o “evitar” la eyaculación, la realidad es que ese hecho es tan solo una de sus consecuencias. El sexo tántrico no tiene ese objetivo.
Esta práctica se basa en el Tantra, que es una doctrina oriental que nació hace miles de años, aproximadamente 4000 años. Lo que se busca con esta doctrina es disfrutar del sexo pero desde un punto de vista diferente al que estamos acostumbrados: se centra en las energías sexuales de cada persona, individualmente, hasta alcanzar el éxtasis. Por lo tanto, aunque esta práctica sí que está muy relacionada con el sexo el objetivo no es llegar al orgasmo. El objetivo es potenciar los sentidos, sin prisas, dejando fluir la energía sexual.
Existen cuatro “llaves” que son esenciales para practicar eficazmente el sexo tántrico. Cualquier persona deberá seguirlas para poder disfrutar al 100% de la sexualidad.
Esto quiere decir que si una persona no se encuentra con todos sus sentidos en la relación sexual que va a disfrutar, seguramente no pueda disfrutar de ella. Lo que significa que hay que practicarlo en un momento en el que no se tenga ningún problema familiar, laboral, ni ningún tipo de preocupación.
Es esencial saber qué eres, cómo eres y aceptarte. El estar preocupado por el físico hará que no se consiga tener una relación plena. De igual forma, tampoco te debes preocupar o juzgar el físico de la otra persona. Durante el tantra te tendrá que encantar cada parte del cuerpo de la otra persona y disfrutar de ella.
Esto hace referencia al entorno. El momento, el lugar, los olores, la comida, la luz… Cada elemento juega un papel fundamental y debe estar pensado y preparado previamente. La atmósfera es fundamental. Hay que dejar de lado móviles y objetos personales que puedan desviar nuestra atención.
Y, por último, hay que tener en cuenta que hay que expresar lo que te gusta del sexo y o que no te gusta. La comunicación íntima es uno de los pilares de este acto sexual. El mayor afrodisíaco es saber que lo que estás haciendo le gusta a tu pareja. Y ésta lo puede demostrar con palabras, con gestos, con gemidos…
Estas son las cuatro cosas que deberás tener en cuenta antes de poder practicar el sexo tántrico. Una vez interiorizadas, y una vez que eres consciente de que sí que puedes llevarlo a cabo, se debería empezar a poner en práctica. Aunque, también hay que tener en cuenta, que se recomienda realizar alguna sesión o taller para tener una primera toma de contacto y entender un poco más de qué se trata.
Nos vamos a enfocar en cómo se inicia una persona en un taller de sexo tántrico.
Todo empieza con juegos, juegos que te harán entender la importancia de las cuatro claves vistas arriba. Entre ellos es importante dedicar unos minutos a mirar a la otra persona a los ojos, abrazarse para sentir la energía del otro, relajarse y dejarse masajear por personas diferentes teniendo los ojos cerrados para potenciar las sensaciones. Si estos ejercicios los haces relajado podrás sentir cierta energía sexual mientras algunos “desconocidos” te tocan y acarician, sin tu saber si existe algún tipo de atracción física. Por así decirlo se demostrará que puedes tener sensaciones sexuales sin una atracción física previa, únicamente con el contacto físico y la energía.
Mientras se hacen estos juegos es importante concentrarse en el momento, en el presente, esa será la clave para experimentar el sexo tántrico al máximo y conseguir que no se vayan nuestros pensamientos a las inseguridades. Nos debemos olvidar de si no sabemos hacer bien un masaje, sino ser el masaje, sentir la caricia, sentir el beso… Sentir. Tener la atención fijada en el acto y dejar los problemas y las prisas fuera. El sexo rápido no entra dentro del juego.
¿Qué ocurre al estar tan concentrados en las sensaciones? Te das cuenta de que puedes sentir placer sin ni siquiera focalizar la energía en los genitales. Al trabajar sexualmente todo el cuerpo se acumula cada vez más energía en el organismo hasta llegar a una especie de climax de placer.
No hay que olvidar que es muy importante la comunicación. Como bien hemos dicho es una de las claves del sexo tántrico. No hay que practicar sexo porque sí, hay que hacerlo conocimiento qué es lo que quiere y desea la otra persona. En ese punto ésta la magia. Y si no hablas antes o durante del mismo no podrás ofrecer el placer que la otra persona necesita.
Por así decirlo es un tipo de sexo con el que tienes que relajarse, sentir y disfrutar.
Y te guste o no el misticismo el sexo tántrico, desde nuestro punto de vista lo importante es incorporar algunas de las claves de este sexo en nuestra sexualidad. La atención, las no prisas, la concentración en el placer… Todos disfrutaremos mucho más del sexo teniendo en cuenta estos pequeños detalles.