El sexo anal viene muy asociado a diversos tabúes y puede parecer un gran paso. Es normal tener dudas, miedos y complejos pero suponemos que, si has llegado hasta aquí, seguramente sea porque sientes curiosidad o estás planteándote lanzarte a practicarlo.
Antes de nada, debes saber que el sexo anal tiene que hacerse a fuego lento y que de esta forma resultará muy estimulante tanto para ti como para tu pareja sexual. Y, quien sabe, igual descubrís nuevos placeres y os animáis a hacerlo con más frecuencia.
Por eso, olvídate de los prejuicios sobre el coito anal. Porque aunque se suele relacionar a las parejas de hombres homosexuales, la realidad es que la penetración anal se trata de una práctica que disfrutan también mujeres y hombres heterosexuales. Y, para qué mentirnos, incluso puedes disfrutarlo en solitario, ya que puedes jugar con esta zona de tu cuerpo cuando te masturbes.
Sigue leyendo, porque te hablaremos de juguetes como el dilatador anal, el plug anal, el consolador anal y los lubricantes anales, además de todos los trucos y consejos para que tu proxima vez sea todo un éxito.
El sexo anal, como cualquier tipo de práctica sexual, se puede hacer de muchas formas y es cierto que depende de los gustos y la experiencia de cada persona.
Sin embargo, te dejamos un paso a paso para guiarte en tu próxima (quizás primera) vez. Y si ya eres un experto o experta en el tema, puede que también te interesen algunos de los tips que te damos a continuación.
En cuestiones de sexo siempre hay que saber usar la razón para tomar la decisión adecuada. Decidir que ya es hora de probar qué es y cómo se siente el sexo anal es tan importante como no dejar que nadie te convenza para hacerlo. De esta manera seremos capaces de disfrutar, de hacer disfrutar y de pasar un rato tan placentero como excitante.
Antes de dar el paso, te será mucho más fácil saber lo que te gusta si autoexploras tu cuerpo. Ya sea con tus dedos, masajes suaves, con algún juguete sexual anal antes de la penetración o practicar el anilingus, el uso de la lengua para provocar la excitación en éste área. Para esta última práctica se recomienda el uso de un protector bucal para evitar la contaminación a causa de las bacterias y virus que viven en la zona.
Puede parecer una obviedad, pero es muy recomendable que lo hagas con alguien en quien confíes, ya sea tu pareja estable o tu pareja sexual. Así, no solamente será más fácil comunicarte con esta persona, sino que también te ayudará a relajarte y a disfrutar mucho más de la experiencia. Y probablemente dar el paso hará que os sintáis mucho más unidos.
Si es la primera vez que lo haces, puede ser que sientas nervios. Relájate: es normal. Te recomendamos que respires, pongas música o una luz con la que os sintáis cómodos, le pidas a tu pareja que vaya allanando el terreno jugando con caricias o estimulando la zona dando besos. Esto hará que el ano se vaya dilatando poco a poco y la penetración sea mucho más fácil y placentera.
El ano se dilata cuando te relajas, pero no se lubrica solo. Por ello, seguramente necesites usar un lubricante anal, tanto si es tu primera vez como si no. Esto evitará el dolor y hará la penetración mucho más suave. Algunos de los lubricantes que te recomendamos son aquellos de silicona o aquellos con base agua o con una película protectora para evitar que te duela. Otra forma de lubricar, aunque te recomendamos que no sea la única sino una forma complementaria, es con la lengua. La saliva facilitará que el ano se lubrique y se dilate.
Intenta no entrar directamente en materia con la penetración anal, ya que resultará más complicado y probablemente doloroso. Uno de nuestros consejos es que pruebes a usar juguetes anales para relajar y estimular la zona y excitar a tu pareja. Más abajo te contamos los detalles de los juguetes que puedes incorporar en esta práctica.
Protegerse no es solamente una cuestión de embarazos. El sexo anal, al igual que cualquier otra práctica sexual, debe realizarse con seguridad y precaución. Por eso, usa siempre preservativo para evitar transmitir enfermedades de transmisión sexual. Te detallamos los consejos a continuación.
Por último, no tengas miedo y disfruta. Si en cualquier momento deja de apetecerte, comunícalo. Y si te duele, dilo, porque lo importante es que lo hagas a tu ritmo y sin dolor. Es esencial que estés cómodo o cómoda al hacerlo porque si no, no vas a disfrutarlo. Y si lo que te da miedo es manchar, te aconsejamos que te asegures muy bien que la zona esté limpia antes de ponerte con el tema o que pruebes a usar la ducha anal.
Cuando practiques sexo de cualquier tipo, hazlo de forma segura. Y, en especial, con el sexo anal. Porque se puede pasar por alto que se pueden transmitir (ETS) con mucha facilidad, ya que la zona rectal está llena de terminaciones nerviosas y sanguíneas que facilitan la contracción de todo tipo de enfermedades.
Por eso, es primordial que uses preservativo. Además de prevenir la contracción de enfermedades de transmisión sexual, evitarás infecciones urinarias en el pene. También es esencial que uses un condón distinto en el caso de pasar de la penetración anal a la penetración vaginal. El PH de la vagina es muy sensible y puede verse muy afectado por las bacterias que se encuentran en el ano, ya sea dando paso a la vaginosis bacteriana o a infecciones de orina.
Y más allá del uso del preservativo, evidentemente la mejor de tener sexo de forma segura es priorizar la higiene. Ya sea con una ducha anal o limpiando bien la zona, además de lavarse bien las manos antes y después.
Otra forma de protegerte y evitar el dolor es, como decíamos, usar lubricantes anales. Hará la práctica mucho más placentera, ayudará a excitarte y hará que deslice mejor sin heridas, desgarros ni dolores.
No hay que olvidar que los músculos que se encuentran en la zona rectal tienden a contraerse durante la penetración y la estimulación. Por eso es tan importante el reconocimiento de la zona y no forzar la penetración para no causar ninguna lesión. Mediante el uso de lubricantes anales se pueden evitar heridas y favorecer el deslizamiento haciendo la práctica tan placentera como agradable. Como se puede leer en un anterior post, no se recomienda el uso de lubricantes caseros. Para elegir el más adecuado se pueden consultar las claves para elegir el lubricante ideal para practicar sexo anal.
Y como con cualquier práctica sexual, hay infinidad de juguetes para que te adentres al mundo del sexo anal. Pero, ¿por dónde empiezo? ¿Qué juguetes pruebo si es mi primera vez? Pues bien, hay de todo tipo, así que toma nota y ve haciendo tu lista de deseos. Eso sí, ¡no te olvides de usar lubricante!
Uno de los juguetes anales usados con más frecuencia es el plug anal. Puede tener distintas formas, pero una de las más comunes es la forma cónica y con una base para agarrarlo más fácilmente. Este juguete puede ser de diferentes tamaños, por lo que si es tu primera vez, puedes empezar con una de menor tamaño. Se introduce en la zona anal y puedes complementarlo con la masturbación o la penetración vaginal.
Otro tipo de dildo anal es aquel con formas más alargadas o con relieve. También encontrarás aquellos con formas más curvadas para estimular directamente el punto P masculino y la zona perianal, las bolas chinas anales o los vibradores anales. Algunos de ellos también tienen función calor o tienen distintos modos de vibración y de rotación.
Y ¿conocías las fundas para los dedos? Estos dedales suelen tener relieve y una forma más curvada para estimular el punto perfecto para conseguir un orgasmo explosivo. Sí, porque aunque cueste de creer, el orgasmo anal existe.
Hay tantos juguetes como gustos, así que si no te aclaras, puedes probar con un kit con varios juguetes para ir probando con distintas formas, vibraciones, tamaños…
Y además de la infinidad de juguetes anales, también tienes lubricantes de sabores, de silicona, con base agua o aquellos que ayudan a adormecer un poco la zona.
Cuando se habla de sexo anal parece que éste sólo vaya encaminado al placer masculino, principalmente por haber sido una práctica relegada a parejas del mismo sexo. Si bien es cierto que mediante la penetración se produce la estimulación de la próstata en el hombre, en la mujer el placer se extiende y no se focaliza en una sola área. En el ano existen terminaciones nerviosas que se estimulan mediante la penetración, unas simples caricias o tocamientos. De esta forma, la fisiología sexual de la mujer le permite alcanzar el orgasmo clitoriano mediante esta práctica llegando a ser igual o incluso más placentero que con tan sólo la penetración vaginal.
Para la primera incursión en el mundo del sexo anal, y dependiendo del nivel de riesgo que se quiera tomar, se puede escoger por practicar entre una variada selección de posturas. Para principiantes se recomiendan posiciones no forzadas donde ambos miembros de la pareja se encuentren relajados. Los dos de espaldas, tumbados de lado y abrazados, favorece la penetración a la vez que mantiene la libertad de movimiento para acariciar o tocar en determinadas zonas erógenas.
Elijas la postura que elijas, recuerda no penetrar directamente sino relajar la zona primero con los trucos que te hemos contado previamente.
Puedes probar tantas posturas como se te ocurran y no únicamente la del perrito… ¡deja volar tu imaginación! En especial para el sexo anal en mujeres, te recomendamos la postura de la cucharita para que se relajen los músculos de la zona y le dejes a ella controlar la penetración y el movimiento con más facilidad. Seguro que también disfrutarás la postura de la vaquera y la cruz.
Ahora que ya te sabes la teoría, toca ponerlo en práctica. Así que, prepara el lubricante, una playlist tranquila, tu nuevo kit de juguetes… y déjate llevar.